Su Vida

María Félix la más deslumbrante belleza en el cine mexicano nació en Álamos, Sonora un 8 de Abril. Las estrellas no tienen edad, el recuerdo para el espectador será esa primera aparición de el rostro de María en su primera película "El Peñón de las Animas", bajo un sombrero una cara hermosísima mira y hechiza al espectador con esa mirada María conquistó el mundo.

Sus padres fueron Bernardo Félix y Josefina Güereña, el con sangre de indio yaqui, ella hija de españoles y educada en un convento en Pico Heights California. Sus hermanos Josefina, María de la Paz, Pablo, Bernardo, Miguel, Ma. Mercedes, Fernando, Victoria Eugenia, Ricardo, Benjamín y María del Sacramento.

Familia de María Félix

Le gustaba andar con su hermano Pablo desarrollándose una gran admiración por parte de María hacia su hermano, lo que fueron juegos inocentes en la niñez empezaron a parecerle peligrosos a la madre que observaba la veneración de que Pablo era objeto por parte de María, y habló con su esposo acerca de enviar a Pablo al colegio militar sin entrar en más detalles pues conocía el carácter fuerte de Don Bernardo.

Esa sería la primera gran pena para María pues además de la separación se sintió que quedaba sola en medio de aquellas hermanas que no la entendían, contaba siempre con el apoyo de sus madre pero eso no era bastante para una niña que empezaba la adolescencia.

 

Un día recibieron la noticia de que su hermano Pablo había muerto en el colegio militar las circunstancias nunca fueron del todo aclaradas, María pasó de la pena a un dolor nunca antes sentido.

Antes de mudarse a Guadalajara la familia pasaba la vida entre Álamos y el Quiriego un rancho donde vivían los abuelos, allí María prefería jugar con sus hermanos subiendo a los árboles y montando a caballo y otras cosas que solo hacían los muchachos de la familia, se apartaba de los juegos de niña que con sus muñecas y comiditas practicaban sus hermanas.

Al poco tiempo y para evitar seguir bajo la disciplina de Don Bernardo se casó con Enrique Álvarez, la juventud y la inexperiencia de ambos terminó en divorcio, de esta unión María tuvo su único hijo, Enrique Álvarez Félix.

Se fue convirtiendo en una belleza que desde los 13 años hacía volver la cabeza a sus compañeros de colegio y a hombres de mediana y avanzada edad. Un día los estudiantes le pidieron que fuera reina de la universidad, para María adolescente ser reconocida como belleza, ser coronada como reina y desfilar en una carroza por la ciudad fue un sueño que se hizo realidad y que continuaría para siempre gracias a la inteligencia, disciplina y férrea voluntad de María.

María se desplazó a la Ciudad de México. Un día, a principio de los años cuarenta el Ingeniero Fernando Palacios la abordó en la calle de Palma y la convenció de hacer una prueba para el cine, ella no lo tomó en serio pensando que más bien el Ingeniero Palacios quería tener una aventura con ella pero una vez convencida que no era así le gustó el reto y aceptó, de allí en adelante todo sería historia y leyenda.

Se casó en 1931 con un hombre llamado Enrique Álvarez Alatorre, con quien tuvo a su único hijo en 1934, el también actor Enrique Álvarez Félix. Ambos se divorciaron en 1938. Un día, Alatorre la visitó en la capital, y de forma deliberada se llevó a su hijo con él a Guadalajara, negándose a devolvérselo. María le juró que algún día sería más influyente que él, y se lo quitaría.​ Más tarde lograría recuperar la custodia de su hijo.